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La vida es un constante círculo. Un círculo eterno que se pisa los talones de vez en cuando, que se sienta a mirar como pasas de nuevo una y otra, y otra, y otra vez donde mismo...

Es difícil, muy difícil aceptar que aquello que tu guardas en tu corazón, ya no es lo mismo para nadie más que para ti mismo, porque si bien pasamos por el mismo túnel una y otra vez, nos vamos haciendo de experiencias nuevas en el camino, nuevas personas, nuevos rostros, y aquellos viejos rostros que parecían tan amados, y que parecían amarte, ya no están más para tí, ni sienten lo mismo... Solo eres un buen recuerdo, algo bonito que pasó por su vida.

Sentir el vértigo del abandono es terrible, irse con el oído zumbando con palabras de afecto, con la sensación de unos brazos que amas pegados en tu espalda, con esa sensación que te quema pero que sólo para ti tienen ese significado, es amargo pero necesario.

Espero de corazón que esta vez sea la última vez, nunca antes pasó ni nunca después volverá a suceder, solo que si me preguntan hoy, creo que hubiese sido mejor seguir de largo y hacerme la tonta, como tantas otras veces que él nunca supo...