martes, enero 02, 2007



Estaba sentado, de espalda al río, con el viento que jugateaba rabioso en mi pelo crespo y negro, tu llevabas un vestido, con un color de moda, transparente y ardiente y jugueteabas rabiosa con tu hijo. Yo te miraba absorto, casi en un éxtasis ronco, contemplando como cambiaba tu cara a medida que el juego se hacía más y más violento.

De pronto, salí indefenso en dirección a tu encuentro, sin resistirme, casi somnoliento y tú me rechazaste convulsa y violenta... Yo te regalé montañas de palabras, suaves y ondulantes, fuertes y graves y tú, no quisiste recibirlas, estrellándolas todas, con perversión en mis narices...

Con la nariz rota y sangrante, volví a mi asiento a contemplarte pero te habías ido y ya no volverías...

El viento se quedó silbando en mi oído unos cuantos minutos más, hasta qué quebrado y triste, me dirigí a ninguna parte...

1 comentario:

Jaime Ceresa® dijo...

Pucha..ya partiste el año con algo medio triste chica...

Pasaba a desearte un GRAN 2007, feliz año, que sea increíble pa ti y toda tu familia!

Cuídate.-