jueves, junio 30, 2005

destrozame!


Se fumó el ultimo cigarrillo y suspiró. Las horas transcurrian lentas pero obsecadas. Se transformaría en un fantasma. Miró a su alrededor comprendiendo que aquello sólo era un mal sueño. Cerró los ojos e intentó dormir pero todo pasaba lento... hasta el reloj se burlaba llenando con espasmos infinitos el espacio que le circundaba. Miró la fotografía borrosa de los recuerdos que le producían asco. Reprodujo en su mente cada instante, meditabunda prorrumpió en un grito que sólo escuchaba su alma marchita.. La corroía la sensación de ese espanto ya conocido... La corroía la sensación de un terrible desasosiego. La vida con sus vueltas manchaba ululante, cada rincón de su espantosa memoria. Deseo morir, pero antes pensó que quizás la vida tendría algo bueno para ella. Se bebió lentamente el café, sorbiéndolo con modorra, con hastío, con cansancio. Cerró el libro de tapitas azules y se enjugó la lágrima que caía sobre su rostro mustio. El corazón latía lentamente, casi burlándose del tiempo, burlándose de ella misma. Sintió una carcajada, dos, tres y no soportó mas. Prorrumpió irresoluto, inmaculado, inerte, el grito que guardaba en su fuero interno. Gritó hasta que se sintió aliviada. Lívida, tomó entre sus manos el recuerdo, el cansancio, el hastío, el tormento e hizo una pelotita que lanzó lejos de ella. A lo lejos una alarma de autos le recordó su existencia estridente, a lo lejos un perro ladraba y aullaba acompañándola en su dolor... A lo lejos una puerta se abría. Dónde gente conocida se esperaba, donde gente conocida se abrazaría. No sentir, no vivir, no redimir, no perdonar, no olvidar le dolía como duele cuando uno desea llorar, gritar, gemir y no puede. Deseo vomitar, escupir, maldecir pero no podía. Bebió su café con modorra con delicia de muerte, de deseo de muerte, con deseo de sanación soslayado. Bendijo, maldijo, gritó, bebió, fumó, lloró, gimoteó largo rato, hasta que amaneció. Los rayos del sol le darían la paz. Deseó dormir, pero no podía. Se sentía impotente frente al destino. Impotente frente a lo entregado, impotente frente a lo desechado. Sonreía, mientras lloraba. Lloraba, mientras sonreía.. ¿A quien diablos le importa? NON SERVIUM

2 comentarios:

Unknown dijo...

por mi nick no soy sueca, ajajaja lo siento.. intenté entrar a tu blog sid pero está indescifrable para mi...

:(

Archiduque Ruidoso dijo...

Creo que ya dije que eres una de las mujeres más bella que he visto.
Las letras de otro son siempre interesantes ya que es precisamente allí donde se pone algo de su deseo, uno va y se encuentra con eso.