viernes, junio 16, 2006

los huesos


Gracias al Chinasky me quedé pegada...
Hacían días que no recordaba mi pueblo, en el cual viví hasta hace como tres o cuatro años. Es un pueblo muy visto ya, con una plaza rodeada de todos los estamentos importantes, importantes para
un pueblo que se precie como tal... Es común, es corriente, con calles sucias, con calles limpias, con un estero que llega al mar, que en invierno lame un poco más que en verano las paredes grises que lo encierran, con una empresa que alguna vez fue fenomenal y que hacía de este pueblo mío un pequeño paraíso burgués . Ahí en un lugar del cual se ve la Isla quiriquina descansan los restos más amados por mí. Restos, no ella, pero es físicamente el lugar donde la ví la ultima vez. A veces cuando estoy triste y mi corazón no se conforma con sólo imaginármela, recurro a mi lado primitivo y me tomo una micro que me deja a la entrada de su última morada y le compro unas flores bien coloridas como era su alma, aunque su nombre era prístino... Ahí me siento y conversamos un rato, no la molesto mucho, sólo a veces cuando estoy triste... creo que eso ya lo había escrito...
Siempre que vuelvo me confundo con los árboles que me despiden susurrandome que no me olvide de él... de este pueblo adusto en verano y mojado en invierno... que regrese a veces a verlo aunque en el fondo la venga a ver a ella... los huesos tiran... no solo los de ella... los míos también...

1 comentario:

Vicente Moran dijo...

oye pero que pueblo es, no conozco la plaza. Todavía espero que me digas cuando tienes tiempo pra el café. Yo el 30 de Junio me quedo en Conce porque tengo que dar una prueba. Que te parece que nos volvamos cibaritas y nos comamos unos pastelitos con unas chelitas a lo pobre (no soy una persona muy pudiente).
Besitos y cuídese emmita