viernes, agosto 04, 2006


Las nubes confluyen en una orgía decadente
la lluvia las moja impúdicamente haciéndolas gemir de placer
pero no hablan, ni siquiera susurran
insolentes, sólo muestran sus vientres desnudos y sus pubis relucientes
mofándose del mundo, que se asusta y esconde.
El más feliz, el sol
el amante prescrito
saborea indecente su lengua de fuego...
Estos días grises y soleados, tibios y fríos
¡me enferman!

Necesito un "conmel"

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